Aecoc estima que la introducción de peajes en la red de vías de alta capacidad del país, como quiere el Gobierno para 2024, «afectaría negativamente tanto al tejido empresarial español como al consumo«.
En consecuencia, la entidad aboga, en un comunicado que parece atender la petición de apoyo del transporte frente a esta iniciativa, por evitar «cualquier medida que lastre la competitividad de las empresas», especialmente en «un momento de clara necesidad de recuperación de la economía».
Por lo tanto, Aecoc pide «medidas consensuadas y pactadas entre administraciones, cargadores y transportistas para poder ofrecer a nuestra economía y sociedad un transporte de calidad, eficiente y altamente competitivo».
Costes repercutidos en los consumidores
En opinión de la organización empresarial, «la consecuencia directa de la introducción del pago por uso en las vías de alta capacidad sería un mayor coste del transporte por carretera que se trasladaría, de eslabón a eslabón, a lo largo de la cadena a los cargadores, a los productos y, en última instancia, a los consumidores».
Aecoc calcula que la medida podría suponer un aumento de costes del transporte de entre un 9% y un 13% en función de la tasa aplicada a los vehículos pesados, entre 19 céntimos de euro por kilómeoro, que es la tasa actual media de las autopistas de peaje, o de 14 céntimos de euro por kilómetro.
Así mismo, la entidad también aventura que «este coste se trasladaría a las empresas cargadoras y en última instancia a productos, y supondrá una pérdida de competitividad de entre 1.400 y 1.900 millones de euros al año en los productos de consumo».
Afectaciones a las exportaciones
De igual manera, la iniciativa también «debilitaría de manera importante las exportaciones españolas« y, al mismo tiempo, «supondría una pérdida de competitividad para las propias empresas que tienen como foco la exportación, ya que vería cómo el aumento del precio del transporte hace que se encarezcan sus productos frente al de otros competidores».
Aecoc señala el caso de los exportadores murcianos, que tendrían un coste adicional entre 100 y 140 euros por viaje de ida, y lo mismo de vuelta, mientras que para los de Palos de la Frontera, en Huelva, el sobrecoste sería de entre 150 y 200 euros.
Finalmente, la organización señala también el impacto negativo en la siniestralidad de la iniciativa«por el traspaso del tráfico pesado a las vías secundarias» para evitar el pago de los peajes, en la medida de lo posible.
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