El delegado del Gobierno visitó unas obras que aun están al 50% de su ejecución, tras 5 años de trabajos, y que tienen un impacto ambiental bien visible en la zona de Marcón.
El trazado elegido entre Vilaboa y A Ermida, de 6’5 km de largo, obliga a realizar ingentes movimientos de tierra, en palabras del director de la obra, algo que no es habitual en proyectos de estas características. Para salvar los enormes desniveles, es necesario construir hasta 5 viaductos, y acometer desniveles con terraplenes de hasta 60 metros de altura. Esta dificultad técnica explica los 79 millones de euros de presupuesto para este tramo, que si se cumplen los plazos estará terminado en el año 2022.
Sin embargo, aun están pendientes otros dos tramos, para completar el total de la autovía. Uno, entre A Ermida en Marcón y Pilarteiros, en Xeve está de nuevo en estudio ambiental, pero el otro, entre Pilarteiros y Curro aun está en fase de estudios para definir su trazado. En todo caso, el Delegado del Gobierno comprometió el apoyo a esta infraestructura que calificó como necesaria para toda la comarca de Pontevedra.
Por su parte los alcaldes de Vilaboa y de Pontevedra manifestaron que se trata de un proyecto vital para la comarca. Fernández Lores fue mas directo al pedir al Delegado del Gobierno que no haya más retrasos con esta autovía, y que los dos tramos pendientes se consideren prioritarios para poder terminar cuanto antes el trazado completo entre Vilaboa y Curro, en Barro.
Fuente de la informacion:
https://cadenaser.com/emisora/2020/10/28/radio_pontevedra/1603893573_969553.html
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