La presencia del COVID-19 ha tenido afectaciones en las economías globales y la de México no ha sido la excepción. A pesar de lo anterior, la iniciativa privada (IP) y la cadena de valor del transporte durante el periodo de contingencia sanitaria, así como el resto de las actividades declaradas esenciales, demostraron estar preparados para hacer frente a la contingencia y participar junto con el Gobierno federal, en la movilidad para que todo el país siga operando.