Los riesgos propios de transporte hacen referencia a todos aquellos accidentes o situaciones inesperadas que pueden ocurrir mientras la embarcación se encuentra cumpliendo con su trayecto en el océano. En términos generales, estos tipos de riesgos marítimos afectan directamente el estado físico de la embarcación y, como consecuencia, a las mercancías que se encuentran almacenadas dentro de ella.