En el exterior, las carreteras son cada vez más inteligentes, con infraestructuras digitales apoyadas en ecosistemas de IoT y edge computing, cámaras de vigilancia mejoradas con inteligencia artificial y machine learning, que proporcionan una serie de datos que permiten agilizar los desplazamientos, reducir el consumo de combustible y aumentar la eficiencia de la red de carreteras.