La vivienda fue la absoluta protagonista de la anterior crisis económica. El propio exministro de Fomento Pepe Blanco señaló públicamente al sector inmobiliario en 2011, cuando aseguró que había incitado a los bancos, la Administración y la propia sociedad española a vivir por «encima de sus posibilidades». Unos «excesos» que generaron una burbuja de crédito que terminó tumbando la economía. Ahora, en cambio, con el turismo desangrándose y los precios de las casas razonablemente estables, nadie mira a la vivienda. Pero eso no significa que no esté sufriendo el golpe de la pandemia.