En los últimos meses estamos viendo como China ha anunciado una serie de proyectos para aumentar de forma sustancial la producción de hidrógeno. Una fórmula que muchos han usado como ejemplo del camino a seguir apostando por este vector para descarbonizar el transporte. Pero el proyecto chino tiene una peculiaridad, y es que los esfuerzos se centrarán casi en exclusiva en las aplicaciones profesionales como el transporte pesado, dejando a las baterías el transporte ligero.