Todos conocemos a las grúas como instrumentos de trabajo que nos permiten mover objetos de gran magnitud. Sin la ayuda de las grúas, sería imposible mover y construir grandes estructuras como escenarios de conciertos, juegos mecánicos y más.
Pero ¿cuál es la historia de estos instrumentos? ¿cómo se construyeron las estructuras antiguas sin la ayuda de las grúas modernas? Hoy te contaremos sobre la historia de las grúas.
Antecedentes de las grúas
Según evidencia arqueológica, los griegos antiguos inventaron algo parecido a las grúas en el año 515 AC. Ciertas aperturas en los templos sirven como evidencia que por ahí se hicieron maniobras para levantar objetos pesados, como los techos u otros elementos.
Las grúas que usaban los griegos dependían de animales o seres humanos. Estas se usaban para construir edificios altos. Después, se integró el uso de ruedas dentadas para incrementar el peso que podían soportar las grúas.
Las grúas de los romanos antiguos
Al igual que muchos aspectos, los romanos tomaron inspiración de los griegos para crear sus propias grúas. Los romanos también tenían mucho trabajo de construcción, por lo cual también necesitaban algo que les facilitara el trabajo.
Una de las grúas más simples de los romanos era el trispasto, que tenía una pluma de un solo haz, un cabrestante y un bloque que tenía tres poleas. La característica principal era que los seres humanos podían usar la grúa sin ejercer demasiado esfuerzo.
Otros tipos de grúas que hicieron los romanos fueron las grúas pesadas que tenían cinco poleas, dos o tres mástiles dependiendo de la carga. Las grúas romanas tenían una mejor capacidad de elevación en comparación con las grúas griegas
Las grúas modernas
En los siglos XVIII y XIX, se desarrollaron grúas eléctricas y a vapor. Estas eran mucho más eficientes que las grúas manuales. A finales del siglo XX, las grúas con brazo articulado se pusieron en funcionamiento, que hoy las conocemos como grúas telescópicas o grúas telescópicas.